Fidelidades
忠貞 |
||
A sus treinta y cinco años, Lleana Márquez tenía marido (Dámaso) y su amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba una evidente seguridad ante sí misma y ante los demás. Por otra parte, tanto en cuerpos como en temperamentos, Dámaso y Marcos eran, por así decirlo, complementarios. De ahí que lo que la atraía en uno de ellos no la llevaba a desamar al otro. Cuando estaba en brazos de Dámaso no pensaba en Marcos, ni viceversa. Dámaso y Masrcos se conocían. No eran amigos, pero no se llevaban mal. Como era obvio, Marcos era consciente de que Ileana se acostaba con su marido, pero en cambio éste ignoraba el verdadero alcance de la otra relación. Por su parte Ileana se consideraba, paradójicamente, fiel a ambos, ya que nunca se había sentido tentada por ningún otro hombre. Sabía perfectamente el atractivo físico que su cuerpo, cuidado y hermoso a pesar de (o tal vez debido a) su madurez, tenía para el marido y para el amante. Su propia piel, tersa y con un perfume propio, disfrutaba por igual con la piel aterciopelada de Marcos y la casi rugosa de Dámaso. Se sentía un mujer plena, dueña y señora de las dos provincias de su sexo. El primer alerta sobrevino una noche en que el marido concluyó desganadamente su función, y esa apartía se repitió otra noche y otra más, hasta que el acto amoroso se fue convirtiendo en un trámite esporádico, por otra parte sólo provocado por ella. Primero pensó en la tan mentada astenia sexual, ocasionada por el estrés o el excesivo trabajo, pero luego fue tendiendo a la autoinculpación. ¿Qué pasa conmigo?, se preguntaba frente al veterano espejo que reflejaba la imagen de siempre, ni más ni menos. ¿Qué pasa con mi cuerpo? Lentamente fue llegando a la conclusión de que Dámaso tenía una amante y ello la margó profundamente. No podía tolerar esa infidelidad esencial. Sin embargo calló. Su consuelo pasó a ser Marcos, que seguía sirviéndola en el mejor de los sentidos. Nada le dijo sobre los cambios de Dámaso, debido sencillamente a que temió que ello disminuyera su atractivo ante Marcos. Había leído que uno de los mayores atractivos para un amante estable era que la mujer fuera profundamente deseada por su marido. Lo triste fue que una noche empezó en Marcos el mismo proceso que en Dámaso. Dijo que estaba cansado y no hicieron nada. Y luego otra vez, y otra. A Ileana le entró una depresión profunda, y eso fue lo peor, ya que las ojeras provocadas por sus insomnios, y cierta palidez que invadía todo su cuerpo, desde las mejillas hasta el pubis, pasando por los pechos, antes sólidos y erectos, y ahora fláccidos y derrengados, todo ello la hacía (y ella era consciente de la metamorfosis) cada vez menos deseable, no sólo para Dámaso o para Marcos, sino para cualquier hombre. Su fidelidad bicéfala la había conducido a una dura decepción, pero lo más grave era que todavía no alcanzaba a admitir la causa real de ese fracaso. En el caso de Marcos, la astenia sexual le parecía menos verosímil que en Dámaso. ¿Habría decidido Marcos cambiar su cuerpo por el de otra amante? ¿O quizá tuviera novia? ¿Se estaría por casar y no se atrevía a confesarlo? En rigor, el desapego de Marcos la había herido más aún que el de Dámaso, pues la ensayística erótica y las novelas del siglo XIX le habían enseñado que el tedio sexual era más corriente en los maridos que en los amantes. Un fin de semana tomó una decisión. Seguiría los pasos de Marcos, en primer término, y luego los de Dámaso. Quería saber la verdad definitiva. Sólo así saldría del pozo. Ella conocía bien las rutinas de sus hombres. Marcos salía a las seis de la tarde de su despacho y generalmente se dirigía a pie hasta su casa, ya que no vivía lejos. De modo que el lunes ella estacionó su coche a pocos metros de la oficina de Marcos y poco después de las seis vio que salía con algunos compañeros. En la esquina se separaron y Marcos tomó un taxi. Ileana tuvo que apresurarse a arrancar (por las dudas, tenía el motor encendido), ya que no había calculado ese gesto. El taxi, tras dos o tres cambios de calles, tomó por Agraciada, luego por 19 de Abril y así hasta el Prado, donde se detuvo. Ileana también frenó su coche, siempre a distancia prudencial. Marcos descendió del taxi y tomó por uno de los caminos internos del parque. Ileana dejó que se alejara un poco, luego bajó del auto y empezó a seguirlo. Vio que Marcos doblada a la derecha y ella apresuró el paso para que no se le perdiera. Cuando por fin desembocó en el nuevo sendero, apenas iluminado por un sol que se iba, vio algo que en el primer instante la dejó estupefacta, y de inmediato le restituyó, como por encanto, su antigua y bienamada seguridad. Marcos y Dámaso se alejaban, de espaldas a ella, tomados de las manos.
|
三十五歲的葉雅娜•馬奎茲同時擁有丈夫(達馬索)和情人(馬可士)。她深知自己備受兩個男人寵愛﹐起碼肉體上的需求他們都想要她。這點她自信滿滿﹐不曾懷疑過。另一方面也因為達馬索和馬可士﹐無論外表或是性情﹐彼此南轅北轍。葉雅娜不會因為受其中一人的魅力吸引而停止對另一個人的愛。當她依偎在丈夫達馬索的懷抱時﹐絕不會想念情人馬可士﹔和馬可士卿卿我我時﹐也一定把達馬索拋諸腦後。達馬索和馬可士彼此認識﹐雖然稱不上朋友﹐但也沒有交惡。當然﹐馬可士知道葉雅娜必然和她的丈夫雲雨交歡﹐這乃是天經地義。而達馬索對妻子紅杏出牆之事則全然不知情。矛盾的情結是﹐葉雅娜自認對兩個男人百分之百忠貞﹐只因她從未因第三個男人的誘惑而墜入情網。她對自己婀娜多姿曼妙的身材充滿信心﹐雖然已不是青春的荳蔻年華﹐但也許正因這等成熟年紀讓她更顯嫵媚﹐而能同時滿足丈夫和情人。她的肌膚光滑細嫩﹐散發一種獨特的香水味﹐她左右逢源﹐既可撫觸馬可士如天鵝絨般柔軟細緻的膚質﹐又可以與達馬索粗曠厚實的身體肌膚相親。她自認是個韻味十足的女人﹐是主宰兩個男人世界的女王。 有天晚上丈夫意興闌珊﹐草草辦完房事的態度讓她警覺事態不妙﹐爾後持續幾個夜晚冷淡依然。原本兩情相悅性愛歡愉的事情卻變得可有可無﹐索然無味了﹐而且泰半是她一廂情願的激情挑逗。她開始思忖﹐閃過腦中第一個念頭聯想到﹐會不會是壓力和過勞症引發的陽萎現象﹐可是越想她越自責起來。『我究竟怎麼了 ?』站在那面映照一如往昔的身材的鏡前捫心自問。『我的身體到底怎麼了?』疑問累積到最後得出一個結論是丈夫有外遇。這個想法深深刺痛她的心。她無法忍受這種不忠貞的出軌行為﹐然而她卻三緘其口﹐悶不吭聲。
她在馬可士那兒得到慰藉﹐馬可士仍舊深情對待她。在馬可士面前她絕口不提達馬索的種種改變﹐猶恐因此消弭了她對馬可士的吸引力。她記得曾讀過書本這樣分析﹐一個女人能夠長久吸引情人而不使他厭倦的最大魅力是她的丈夫對她深情不渝的愛與渴望。令人傷悲的是有一天晚上達馬索的情形在馬可士身上發生了。 馬可士說他很累﹐結果他們啥事也沒做。之後接二連三都是一樣的情況。葉雅娜意志消沉﹐異常沮喪。更糟的是連番失眠形成的黑眼圈、鬱鬱寡歡的蒼白面孔侵襲了整個身體﹐從臉頰至私處﹐往昔堅挺豐滿的胸部﹐爾今變得鬆弛下垂﹐這一切改變(她自己當然也意識到)讓她越來越沒有吸引力﹐不只是對達馬索或是馬可士而已﹐而是對任何男人都喪失了魅力。她腳踏兩條船的忠貞已經將她導向殘酷失望的境地﹐嚴重的是她依然無法接受這項挫敗的事實。她覺得性無能的猜測﹐達馬索遠比馬可士更有可能遭遇這個毛病﹔莫非馬可士已另有新歡來取代她的身體與地位?說不定他有女朋友了?也許他就要結婚了卻不敢明說?事實上﹐馬可士給她的傷害遠比達馬索還來的深﹐因為那些情色文學的論述及十九世紀的小說告訴她﹐性冷感或性厭惡的現象恆常是發生在夫妻間﹐而非情人關係中。 某個週末她終於作了決定。她要分別跟蹤馬可士和達馬索﹐她想找到真正的答案﹐如此才能跳出死井﹐解開心中結。她知道兩人的作息時間。馬可士的住家離辦公室不遠﹐通常下午六點下班﹐然後徒步回家。星期一﹐她把車子停在馬可士辦公室附近﹐六點過後﹐見他和一群朋友出來﹐在街角分開後馬可士搭上計程車。葉雅娜趕緊驅車跟隨(先前滿心疑慮﹐車並未熄火)﹐但也沒料到他會有這個動作。計程車繞過兩、三條街後轉向阿格拉西亞達街﹐再往四月十九日路直達普拉多道﹐之後車停下來。葉雅娜跟著煞車﹐但保持適當距離。馬可士下車後從公園的小路走去。葉雅娜等他走段路後才下車尾隨跟蹤。馬可士一向右轉﹐她也加速腳步以免跟丟。
接上另一條小路後﹐一抹殘陽隱約閃爍﹐剎那間映入眼簾的光景讓她目瞪口呆﹐然情緒隨即又恢復平靜﹐她露出愉悅動人的神情和往昔的自信。馬可士和達馬索手牽手﹐背對著她漸行遠去。
|